Ya está, como esperábamos, ya se ha convocado la gran huelga general.
Lo sabíamos ya, ya nos lo estaban anunciando. Incluso sabíamos la fecha, justo antes del puente de semana santa.
Y lo otro nos lo imaginábamos: que no iba a ser mucho más que una "manifestación" de nuestro descontento o, para ser más radicales, nuestra oposición a la reforma laboral de Rajoy. En este caso, el objetivo es "que la reforma se negocie con los sindicatos". Me cago en dios: entonces, en el mejor de los casos, ¡lo único que pretendemos es abaratar el despido, desnudar aún más de derechos a los trabajadores, pero hacerlo de forma negociada! ¿No vamos a pedir disminución de jornadas con reparto del trabajo? ¿No vamos a exigir nacionalización de la banca? ¿No vamos a luchar por un sistema tributario justo?
No sé mucho de teoría e historia sobre tácticas y estrategias revolucionarias. Sigo estudiando lo que puedo pero lo cierto es que me parece una materia que además de difícil está tan salpicada de luchas personalistas y cainitas que es muy complicado distinguir dónde está el argumento cabal y donde el ataque a la yugular a quien debería ser considerado camarada pero normalmente es el peor enemigo. Un ejemplo que he visto hace poco, aquí.
Pero sí sé dónde vivo, quienes son mis enemigos y quienes mis amigos. Y conozco también lo que mueve a unos y a otros. También sé perfectamente en qué han consistido estas huelgas, y qué hemos conseguido con ellas.
Hasta ahora, y desde los tiempos de Felipe González, las huelgas generales han consistido en una convocatoria por tiempo definido (una jornada), con respeto a unos servicios mínimos en general abusivos, con respeto a quienes individualmente querían ejercer su derecho a trabajar, y sin establecer un objetivo a alcanzar, aparte de "demostrar" la oposición de los trabajadores y la "fuerza" de los sindicatos, la "necesidad" del Gobierno de turno de "sentarse a negociar" con ellos. Por otro lado, las negociaciones de nuestros sindicatos han tenido también los frutos conocidos por todos en los últimos 30 años: complicidades más o menos vergonzantes en una ininterrumpida escalada contra las conquistas sociales de la clase obrera. Todo con el mismo argumento siempre repetido: "al menos hemos conseguido parar lo peor de la contrarreforma".
En todo caso, ninguna huelga (de estas) ha parado el continuo e ininterrumpido ataque contra todas las conquistas y derechos de los trabajadores (empeoramiento de las condiciones de trabajo, de las condiciones de despido, de las condiciones de las pensiones, de las condiciones de los servicios públicos, del sistema tributario que sostiene los gastos públicos comunes...) Y no hablo de semanas o meses. hablo de 30 años de ofensiva.
Al final, a los trabajadores normalmente se nos ha quedado cara de bobos tras comprobar que cada gloriosa jornada de lucha se traduce en que nos pegan un palo desproporcionado en la nómina (los patrones se deben de frotar las manos cada vez que se convoca una de estas), a menudo más de un palo en los piquetes por intentar impedir que algunos ejerzan su puto derecho individual a cagarnos encima a sus compañeros, a su clase y por ello a ellos mismos y a sus propios hijos. La huelga de ninguna manera y desde ningún punto de vista es un derecho individual. Y no tiene nada de individual que un esquirol quiera entrar a trabajar. Nada de lo relativo a las relaciones laborales es individual. Nada. Pero, desgraciadamente, cada vez más los esquiroles son gente que con gusto seguirían la huelga, pero literalmente no pueden hacerlo.
Y después de esto, y en el mejor de los casos, cuando la convocatoria resulta un éxito y "se para el país" (cosa imposible, dados los condicionantes), al día siguiente todos a sus puestos, y ¿qué hemos conseguido? Que se "escuche" a los sindicatos. Que se "dialogue". Incluso, en un paso al borde del abismo revolucionario, que se "sienten a negociar".
¿Qué conseguimos con ello a la larga?¿Cómo contribuye todo esto a la formación de una conciencia de clase, un espíritu revolucionario, una mayor organización, una confianza en nuestras propias fuerzas y un aprendizaje sobre la marcha sobre las tácticas a seguir? Pues está claro: contribuye a todo lo contrario. Contribuye al desánimo, a la desesperanza, a la desconfianza. Y cada vez se acude menos a las convocatorias y así se alimenta el círculo vicioso.
Hace mucho tiempo (años, me refiero) que el partido comunista pide insistentemente huelgas generales a los sindicatos, que se resisten a convocarlas, cada vez que ocurre un nuevo ataque a los derechos de los trabajadores. Pero es que parece que se hace simplemente porque es EL arma tradicional de la lucha obrera, porque toca. No se atiende al análisis concreto de la situación concreta, como requería siempre Lenin. "Si se ataca a la clase obrera, la clase obrera debe hacer huelga", parece que se recita, y esa es la definición del dogmatismo: aplicación ciega de recetas sin atender a las circunstancias. Con este uso del arma de la clase obrera nos estamos dando un tiro en los pies. Una y otra vez.
En lugar de esas huelgas "automáticas" deberían hacerse otras que verdaderamente:
a) persiguieran conseguir algo positivo para la clase obrera
b) lo persiguieran empleando todos los medios a nuestro alcance, con la máxima eficiencia
Hace poco el amigo mendigo publicó en su blog un magnífico artículo sobre estrategia en la lucha de clases. Se puede coincidir más o menos en algunos puntos, pero la idea general está clara: no se va a la huelga porque sí, sino para conseguir algo, y se va de la mejor manera para conseguirlo, y hasta que no se consigue, se sigue luchando.
Últimamente se plantea qué sindicalismo tenemos y qué sindicalismo necesitamos. Yo ya dije (lo recogió el mendigo) que no me gustan estas "huelgas" que no lo son ni lo parecen. La huelga no puede ser sino una verdadera batalla, que se plantea PARA GANARLA.
Para perder, yo no voy.
Y el caso es que soy consciente de que hay que hacer algo, que no se puede quedar uno en casa. Pero también es verdad que si seguimos por este camino, detrás del sindicato (porque es el único que puede convocarnos) cada vez estaremos más desanimados, y el capital nos encontrará más desorientados y con los brazos más abajo.
Ya se que es sólo descorazonador, pero como lo siento lo digo.
Buenas, tronk!
ResponderEliminarTodavía tengo pendiente responderte al tema de los medios/factores de producción. Me cuesta, porque no lo tengo nada claro y me gustaría aportar algo inteligente.
En este caso, es que lo veo tan absolutamente evidente que me tengo que esforzar para que de mi boca salgan otra cosa que blasfemias.
Vamos a ver, lo explicaré de otro modo. Soy un aficionado al ajedrez. Uno de los principios básicos de este juego es que las piezas se mueven buscando un fin, la derrota del enemigo. Mover piezas a lo tonto significa regalarle la ventaja al rival, permitir que sea quien lleve la iniciativa (en el 2008 teníamos al capitalismo acorralado, lo dejamos escapar y ahora, nos tiene cogidos por el cuello, a ver si aprendemos la lección).
Todo movimiento que no procure comprometer la posición del rival, es un movimiento perdido. Como decía en mi espacio, cargar el cañón con confetti.
En ajedrez es básico prever los próximos movimientos para anticiparse a ellos. Y en este caso, hasta un niño se daría cuenta de que la estategia de una huelga general aislada en el tiempo no sirve para nada, es mover piezas sin ton ni son. Cansar a las tropas inutilmente. O se declaran las hostilidades, hasta las últimas consecuencias, o se ahorra pólvora. Porque fatigar a las tropas para no avanzar ni un metro la línea del frente es una estrategia deplorable, infantiloide.
¿Que falta apoyo de los trabajadores? ¡¡¡Coño, y cómo no va a faltar apoyo!!! Qué soldado se alista a una guerra cuando sabe que está perdida???
Hay que tener un proyecto ILUSIONANTE, algo por lo que merezca dejarse la piel. ¿Para, en el mejor e improbable de los casos, que Toxo y Méndez se hagan la foto en la escalera de la Moncloa? No, coño, para eso nadie quiere perder un día de sueldo (y exponerse a algo mucho más grave). Evidentemente que no tienen apoyo!
Yo iré. Soy trabajador por cuenta propia, sólo me jodo a mí mismo, pero iré porque es mi obligación. Si me convocan, voy. Ahora bien, si alguien me hubiera pedido mi opinión, yo hubiera votado en contra de ir a la huelga en estas condiciones.
Esto es quemar pólvora tontamente. Menudos estrategas de pacotilla.
es que hoy he vuelto a oir a Toxo y Méndez que "el gobierno puede desactivar la huelga si retira el decreto" o "si negocia" (aqui por ejemplo). Esto es grave.
EliminarPero es que también les he escuchado algo así como que "cogen a los parados como rehenes para hacernos tragar con el ataque", y que "no os fieis porque el gobierno no va a retirar la reforma cuando se vaya la crisis". Esto es peor. Este es el tipo de análisis erróneo y de mensaje a los trabajadores contrario a la realidad: parece que se entra en el juego del PPSOE de que rebajar los derechos de los trabajadores "podría" mejorar, aunque fuera de modo transitorio, la posición de los parados para encontrar un trabajo. ES MENTIRA! Por lo tanto, nada de que cojan a los parados como rehenes. No confundamos los términos porque es importante. Han pasado tantos años cediendo terreno en el análisis que creo que ya no se dan ni cuenta.
Por otro lado, persiste la idea de "cuando pase la crisis". Aquí, no ya De Guindos, sino UGT y CCOO no tienen otro anhelo ni otra aspiración en la vida que retomar las cosas como estaban antes o, si acaso, "con el menos daño posible", pero con la acumulación capitalista viento en popa y a toda vela. Aparte, insisto, se regala terreno al enemigo concediendo que esta reforma laboral tenga algo que ver con la crisis.
En fin, que no soy yo ningún iluso ácrata, y que por supuesto que necesitamos sindicatos, y no otros, sino ESTOS, porque HA COSTADO MUCHO LEVANTARLOS y no vamos a estar ahora encima haciendo competencias, pero así no vamos a ninguna parte (a ninguna parte buena, claro).
ESTO TIENE QUE CAMBIAR Y MUCHO.
Y al final yo no sé que haré: me siento obligado a ir a la huelga (¿como no hacerla?) Pero por otro lado me jode sentir un chantaje parecido al que ejerce el PSOE en cada elección: "te guste o no tápate la nariz y sígueme". ¿Cómo vamos a decirle a UGT y CCOO que así no?
Pues he leído que uno de los puntos de negociación que el gobierno se ha guardado son los fondos para la formación (buena tarde del dinero que ingresan los sindicatos...y las organizaciones empresariales, que no se nos olvide) vienen de ese capítulo.
EliminarSi esto se concreta, y desactivan la huelga a cambio de seguir recibiendo esa pasta, es un claro caso de soborno al negociador, poniendo a los trabajadores como moneda de cambio.
Pero no creo que ocurra nada, no porque los sindicatos no lo deseen, que siempre están con la palabra negociación en la boca, sino porque el gobierno se huele que esta huelga general va a ser poco respaldada y desea que los sindicatos se metan ellos mismos en la boca del lobo.
Toda la prensa en contra de la huelga (ahora ya los antiespañoles no es la ETA, sino el sindicalista parásito que va en limusina) y precisamente esta reforma laboral ha creado las condiciones necesarias para que el empresariado pueda hacer valer su terror para desmovilizar al más concienciado.
Como decía Jesús Gómez, en estas circunstancias a ninguno se nos puede llenar la boca llamando a nadie esquirol. Porque estamos consiguiendo que, en estas circunstancias, hacer huelga sea un acto heroico. Y tú puedes ser héroe con tu vida, pero no con el pan de tus hijos.
E insisto. Si fuera para conseguirlo TODO. Pero si te juegas el sustento para conseguir que...negocien. Entiendo absolutamente al trabajador que el 29M acuda a trabajar. Es tristísimo decir esto, pero es que realmente se está mandando a los currantes al matadero, para nada, a cambio de nada.
YO NO HARE HUELGA, me explico, no podré hacerla por que desde hace un par de meses pertenezco al grupo de los 5 trescientos, pero si estaré en los piquetes, como en otras ocasiones, “informando” a las cero horas del día 29 en los polígonos industriales y mas tarde, a eso de las 6, en la salida de los autobuses interurbanos, como en otras ocasiones.
ResponderEliminarNo es la huelga que quiero, no lo es por el cuando, ni lo es por el como, ni lo es por los motivos que se convoca, pero tengo claro que si realmente no valiera para nada no se habría puesto en marcha la campaña de desprestigio de la falsimedia fascista a sindicalistas, huelguistas, y a algún otro que pasaba por allí.
Puede que sea muy simplista pero cuando escuchas a la ministra pepera decir que no es momento de huelgas generales, que estas no crean empleo…me da que algo les molesta, y posiblemente tan solo sea eso una molestia, no es la revolución amigos, lo sabemos, pero entre quedarnos en casa haciéndonos pajas mentales organizando revoluciones cibernéticas, divagando si galgos o podencos ( me pongo el primero de la lista, yo también lo hago) y tocar las narices a quien nos esta machacando yo tengo clara la elección.
Hablar de costes económicos, lo que le cuesta a cada huelguista un día de huelga, hablar de desperdiciar energías… al final, todo eso creo que es caer en la trampa de la monserga oficialista, seamos sinceros compañeros, lo que realmente era caro en una huelga era que te pegaran un tiro, o que te pasaras tres días en una comisaría recibiendo hostias, o que te metieran en una lista que te aseguraba que no ibas a encontrar trabajo en tu puta vida, eso era un coste, sobre desperdiciar energías… yo creo que de estas debemos andar sobrados porque son ya muchos años con el culo pegado al sofá, sin movernos pase lo que pase.
Por otro lado me parece que si esta huelga es un fracaso, y me refiero al nivel de seguimiento, si no somos capaces de parar el país, será entonces cuando realmente este todo el pescado vendido, “cautivo y desarmado…”
Un saludo!
Una huelga general aislada hace daño, claro que hace daño. Pero este daño no es determinante como para moverles ni un paso.
EliminarEl objetivo no es hacer daño, ¡ES SÓLO EL MEDIO! para lograr revertir esta situación. Si una huelga aislada no logra sus objetivos (el mínimo, la derogación de las dos últimas reformas laborales) es una herramienta inútil.
Vamos a gastar energías en nada...
No te quito la razón, pero me parece que valoras muy alto tus energías e incluso las de la clase, me reitero que de “energías” debemos tener el depósito lleno, al fin y al cabo escribir blogs, establecer estrategias, ponderar escenarios imaginarios… si quieres es necesario, pero estoy seguro que no es suficiente. Creo como tú que una huelga de un día no va a hacer derogar la reforma, y que la movilización debe ser sostenida, pero si ese día vale para crear conciencia de clase, para hacer que se posicionen los que nunca se posicionan, para que muchos de los que han votado a la derecha sean conscientes de lo que han hecho…por cosas como esas creo que habrá merecido la pena.
EliminarSimplificando aun mas entre parar un día el país y demostrar músculo y que somos capaces de organizarnos y actuar unitariamente y quedarnos en casa jugando al ajedrez, respetando mucho tu opinión, yo tengo clara mi opción.
Yo, hermano, creo que has puesto el dedo en la llaga:
EliminarDices: "si ese día vale para crear conciencia de clase, para hacer que se posicionen los que nunca se posicionan, para que muchos de los que han votado a la derecha sean conscientes de lo que han hecho…por cosas como esas creo que habrá merecido la pena"
Ese es el tema. Pero es que por eso no me gusta un pelo esta huelga, como no me gustaron las últimas. No es que sea insuficiente es que va por el camino contrario:
Esta huelga general, que se concibe como último recurso (porque lo es) y máxima arma del proletariado en lucha por lo que le pertenece, dejará detrás de ella la sensación de que no consigue NADA, nada tangible, nada que se pueda mostrar a "los que nunca se posicionan", a "los que han votado a la derecha", a "los que siempre se quedan en casa", ni tampoco a los que por el contrario siempre se implican. Así ha sido las últimas décadas, y así será en este caso. Incluso el objetivo máximo planteado para la huelga por sus propios promotores, que se "sienten a negociar", es una mierda que no lleva a ningún lado. Y así, como siempre, no habrá nada concreto con lo que "crear conciencia de clase", con lo que sumar fuerzas a nuestras filas. Al contrario, habrá nuevos ejemplos para que se envalentonen "los que nunca se posicionan", "los que han votado a la derecha", "los que siempre se quedan en casa" y hagan chistes en la cara de los que sí se implican (ya sabéis: "eres un pringao", "todo eso para qué", etc.etc.)
Resumiendo: que por eso tengo tantas y tan serias dudas, porque ESTAS HUELGAS DEBILITAN LA CONCIENCIA Y LA CONFIANZA DE CLASE, NO LAS FORTALECEN.
...y dicho esto: ¡TODOS A LA HUELGA! ¡NO NOS QUEDAN MÁS COJONES!
Pues qué cojones, tío, tienes (casi) toda la razón. Acabo de contestarte en tu blog, pero por el camino ya he llegado a la conclusión de que no nos queda otra.
ResponderEliminarProbablemente Rajoy y DeGuindos cuentan con ella y ni siquiera les moleste. Seguro que para los sindicatos es un mero trámite que "toca". Para los estrategas del Partido será una ocasión para jugar a la nostalgia "como cuando eramos..."
Probablemente, pero NO NOS QUEDAN MÁS COJONES ¡A LA HUELGA! ¡A POR ELLOS! Y ya que vamos, vayamos, y que se note.
salud!
para ir organizándonos y que esto solo sea el principio... http://javierparra.eu/?p=1041
ResponderEliminarmás: argumentos esquiroles
ResponderEliminarEsta huelga no va a ser un fracaso.
ResponderEliminarHay varios puntos en los que no estoy de acuerdo, "a medias".
Los sindicatos son los únicos que pueden convocar huelgas. Eso es cierto. Y los sindicatos piden que "el gobierno" se siente a negociar con ellos. Y si se hace eso, se cede. Y efectivamente no estoy de acuerdo en que cedamos ni un milímetro. De hecho, no es que no haya que ceder, es que hay que reconquistar y conquistar nuevos derechos. Así que ni un paso atrás.
Pero yo no voy a la huelga (sip, estoy también en el paro, pero una huelga no es sólo no ir a trabajar, también es no consumir, por ejemplo), para conseguir los objetivos de los sindicatos. Yo voy a la huelga como un medio más, un paso más, hasta conseguir mi objetivo. Un mundo más justo.
Y a los sindicatos les estoy diciendo varias cosas. Desde luego, no te creas que mi apoyo es condicional. Y si, también, tienes que cambiar. Claro que también tiene que cambiar la sociedad.
Los trabajadores se han pensado que los sindicatos están ahí sólo para cuando ellos los necesitan. Si te despiden y luego utilizas el gabinete jurídico de CCOO por ejemplo, se sorprenden de que si no eres afiliado al sindicato, te quieran cobrar.
¡Coño!... nos quejamos de que son prácticamente sindicatos verticales, pero no estamos dispuestos a financiarlos. ¿De qué cojones estamos hablando?
Así que o cambia la mentalidad de la sociedad o seguiremos mucho peor de lo que estamos. Esto será la jungla.
Rajoy no hacía más que hablar de que le iban a montar huelgas generales para curarse en salud. Pero eso no quiere decir que no les haga "pupa". Al revés. Yo creo que fue una estrategia que al final se les ha ido de las manos, pero casi la consigue.
Cuando escuché a uno de UGTCCOO decir que la huelga sería cuando ellos quisieran y no cuando dijera Rajoy, tuve que irme al baño a vomitar, pensé que habían vuelto a caer en la trampa.
Y es que es cierto. La huelga del 29S, se convocó sin músculo de huelga. Se convocó con tanto tiempo para intentar que no fracasara, para evitar eso que habéis dicho por ahí arriba.
Yo sigo pensando que un día uno hacen huelga 2, al otro 5, al otro 10 y al final, tenemos una lucha obrera más o menos decente.
Algo así pasó en Francia el año pasado.
Pero yo tampoco estoy en ese "negociado" y es cierto que no tengo tan claro la visión general.
Sí es cierto que hasta entonces, cualquier manifestación, en los que ellos fueran los líderes, cada vez tenía menos personal.
Y esta vez, también se plantearon una huelga para después del verano. No sé si les ganó la mano, las centrales sindicales vascas y no sumarse a eso (que no se iban a sumar y ya empezaron con declaraciones al respecto), o las reacciones del entorno más cercano, léase IU, IA, Equo, IC, DRY, 15M, las diferentes mareas.
No hay músculo sindical, pero parece que empieza a haberlo social.
Y por eso dudo que el resultado sea una desunión. Al revés. Y por eso le tienen tanto miedo. Por eso la campaña mediática de la derecha es tan brutal.
Intentaron desactivarla, hacer cómo que no les importa un pito, y resulta que tienen un miedo del carajo a que esta sociedad por fin recuerde que SÍ existen las clases y que SÍ estamos en una guerra y que aunque ellos tengan armas impresionantes, cuando ruge la marabunta, se lo lleva todo a su paso...
¡He dicho! ;-)
pues parece que "a medias" estamos de acuerdo en todo.
ResponderEliminargracias por tu opinión estés de acuerdo o no
salud