lunes, 30 de julio de 2018

Burocracia extractora de plustrabajo ajeno... o socialismo

Ayer leí con cierto escándalo un análisis de Pedro Monreal [1] en su blog:
 La riqueza de las naciones y la riqueza del hijo del vecino: ¿embrollo constitucional en Cuba?
El artículo trata sobre las alternativas que se están manejando en Cuba para regular, se supone que "preventivamente", el proceso de concentración de ingreso ergo riqueza que con seguridad se sigue de la "apertura a las fuerzas de la economía de mercado".
El escándalo, debo adelantarlo aquí, se basa en una afirmación al final del texto, que dice ser cita literal del documento de Conceptualización [2]:
La apropiación por los titulares de las formas de propiedad y gestión no estatales de parte del excedente de los resultados del trabajo de las personas contratadas, tiene lugar en un contexto social en el que priman las relaciones de producción socialistas, a diferencia de los sistemas sociales basados en la explotación del trabajo ajeno” 
El contexto de este párrafo sería la explicación de porqué no es problemática en Cuba la explotación del trabajo ajeno por parte del poseedor de dinero (capitalista) mediante el pago del valor de la fuerza de trabajo (salario) y obtener a cambio el tiempo de trabajo y con él el fruto materializado en el producto del trabajo. En Cuba "la apropiación [...]  tiene lugar en un contexto social en el que priman las relaciones de producción socialistas". La "diferencia" del socialismo cubano encuentra su opuesto, su término de comparación, con "los sistemas sociales basados en la explotación del trabajo ajeno".
No hay, según se nos alecciona, problema con la "apropiación" por los capitalistas ("titulares de las formas de propiedad y gestión no estatales") de (parte de) el plustrabajo ("excedente de los resultados del trabajo") de los obreros ("personas contratadas")... simplemente porque tiene lugar en Cuba, donde "priman las relaciones de producción socialistas". En cambio, si exactamente la misma situación se produce, como lo hace cada día, en Miami, las mismas relaciones de producción se convertirían en una inaceptable apropiación por los capitalistas del plustrabajo de los obreros, porque se produce en un "sistema social basado en la explotación del trabajo ajeno".
El caso es que, si en Cuba, como ocurre cada día, "los titulares de las formas de propiedad y gestión SÍ estatales" se "apropian [...] de parte del excedente de los resultados del trabajo de las personas contratadas"... ¿Cómo se puede tener la poca de vergüenza de afirmar que "priman las relaciones de producción socialistas"?
De nuevo se nos quiere dar gato por liebre y se nos garantiza que, si no es un capitalista el que explota al trabajador extrayéndole plus-trabajo, entonces estamos en un contexto social en el que priman las relaciones de producción socialistas. Pero si es un burócrata (o un colectivo de ellos: tampoco en esto hay una gran diferencia con los capitalistas) el que explota al trabajador pagandole un salario y apropiándose de su plustrabajo tampoco hay relaciones de producción socialistas. Y, si no hay capitalismo (que creo que no hay, al menos de momento, porque no hay organización orientada a la ganancia mercantil, sino con otros objetivos), no es razón suficiente para afirmar que hay socialismo.


El artículo comienza con una crítica de ciertas posiciones en las que parece [3] preferirse controlar, limitar, la desigual distribución de la propiedad. Con ello se lograría evitar la desigualdad del ingreso (flujos) y, al final, de la riqueza (fondos) que entonces, se consideran un efecto de la desigual distribución de la propiedad de los medios de producción, que sería la causa. Además, Monreal señala que quienes esto proponen parecen creer que es más fácil el control y la aplicación de la medida actuando sobre la propiedad (la causa) que sobre el ingreso o la riqueza (el efecto).
En toda esta primera parte no existe la más mínima referencia a la causa que nos debería llevar a limitar la desigualdad en la distribución de ingresos/riqueza. Se da por hecho. No me siento incómodo por ello, porque en absoluto voy a discutir la necesidad de esta limitación. Por otra parte, también se da por hecho cómo y por qué la propiedad "genera" ingreso/riqueza, y en consecuencia la desigualdad en la distribución de la propiedad desemboca necesariamente en una desigual distribución de ingresos/riqueza.

Al final, lo que se propone es fomentar la explotación privada del trabajo ajeno, es decir, las relaciones de producción capitalistas, en el seno de un sistema de explotación burocrática del trabajo ajeno, para desarrollar las fuerzas productivas (y "la prosperidad nacional" se dice expresamente). Eso sí, se discute como evitar la EXPLOSIÓN de desigualdad que, parece que nadie lo discute, se va a producir.
Y en este último debate hay poco análisis y mucha repetición de recetas aprendidas.
En su día ya comenté en otra nota acerca de la disyuntiva medios de producción
públicos vs interdicción de la esclavitud salarial.
Allí ponía en duda el automatismo que iría de la propiedad privada de los medios de producción a la explotación clasista del trabajo ajeno. Aquí el tema viene de nuevo al pelo.
Si adoptamos acríticamente que quien domina los medios de producción tiene pleno derecho al producto, entonces claramente tenemos que someternos al dominio del capitalista. Pero nada impide que quebremos esa necesidad, basada en la propiedad como relación social mediada por las cosas apropiadas y que hemos heredado (posiblemente con el intermedio de ciertas formas de derecho germánico en la edad media) del derecho romano, "redescubierto" y diseminado desde los primeros brotes de capitalismo en las ciudades-estado italianas en la última edad media.
Si sencillamente (y democráticamente) decretamos que es solo el colectivo de los trabajadores quienes tienen derecho al producto, los propietarios de medios de producción pueden alquilarlos, quemarlos, comérselos y, en todo caso, patalear, pero no se dará lugar a su enriquecimiento.
Y tengo para mí, que esa "pequeña revolución", desataría con muchísimo más vigor las fuerzas productivas que la conocida explotación capitalista.

Por supuesto, no soy tan infantil como para albergar esperanzas de que un régimen burocrático de explotación del trabajo ajeno que gusta de autodenominarse socialista pudiera siquiera considerar esta modificación constitucional, porque introduciría semillas de democracia, de verdadero socialismo, que harían que el régimen durara menos de lo previsto y, más importante, impediría que sus altos dirigentes tomaran posiciones para el previsible reparto del patrimonio colectivo acumulado, como ya ha ocurrido en la transformación de otras repúblicas burocráticas autodenominadas socialistas.


NOTAS:
[1] Según la revista sinpermiso.info, Pedro Monreal, además de editor del blog El Estado como tal, es Doctor en Ciencias Económicas y actualmente Especialista de Programa en la UNESCO. Yo es la primera vez que leo algo suyo.

[2] Según el propio Monreal, en su nota https://elestadocomotal.com/2018/07/21/la-reforma-constitucional-cubana-y-la-riqueza-topada-de-platon-a-piketty-pasando-por-bewley/ la burocracia cubana ha producido "tres importantes documentos" sobre el proyecto de reforma constitucional: "los Lineamientos, la Conceptualización y el Anteproyecto constitucional>>.

[3] De nuevo, confieso que no conozco el asunto de primera mano y solo lo conozco por lo que cuenta Monreal.

1 comentario:

  1. Muy buenas, Escai. No podía creérmelo cuando he visto en el lector que tenías una nueva entrada.

    Poco más puedo añadir a tu artículo. Me parece que Cuba se dirige por un camino parejo al chino, operar un sistema capitalista manteniendo la denominación de socialismo. A los chinos les ha salido bastante bien, pero porque han hecho muchas cosas bien (inversión en conocimiento), y venían de hacer las cosas muy mal.

    Se podría lograr un mayor crecimiento sin necesidad de aceptar la apropiación del trabajo ajeno, pero habría que hacer las cosas aún mejor. Si tienes una economía planificada, el resultado es mucho más dependiente de la calidad de esa planificación (y su ejecución, exterminando corrupción y redundancias burocráticas) que en una economía desregulada, que se autodepura.
    Es como conducir en modo automático o manual. En manual puedes ir más rápido, pero exige que a los mandos esté un buen piloto.

    Un fuerte abrazo, compañero. Encantado que estés de vuelta en la red. :)

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