lunes, 13 de junio de 2011

macro: valor y tiempo (y III). Producto bruto

Por respeto a la palabra dada, concluyo aquí la mini-serie dedicada a los flujogramas de flujo de la "renta", pero en el proceso he podido darme cuenta de sus posibilidades (y de ciertas afirmaciones que hago que son más que discutibles), con lo que me he decidido que merece la pena volver a empezar con otras bases. En este sentido, el proyecto ha tenido éxito, puesto que me ha resultado extremadamente útil en mi camino a la comprensión del contenido y método de la "ciencia económica / economía política / socialismo científico".

Lo que tenía planeado como cierre de la serie era considerar en detalle la actividad de "producción", contenida en las cajas del lado izquierdo en las figuras 2 y 4, de forma paralela a lo que se hizo en el anterior post con las actividades de los "hogares" (arrendamiento de "factores productivos" por un lado y "consumo" e "inversión" por otro).
Como paso previo se incluye en la figura 5 algo que está implícito en todos los gráficos anteriores: la obtención del producto neto exige un número de pasos intermedios: los consumos intermedios, o producción cuyo destino es una ulterior producción.
Fig. 5: Consumos intermedios

La división social del trabajo incrementa la importancia y volumen de estos consumos intermedios, que en la economía política clásica eran observados con atención. Con (numerosas!) salvedades, podría decirse que las actividades de producción que dan lugar a los consumos intermedios, (él incluiría aquí la parte del producto neto que llamamos inversión) son las consideradas por Adam Smith como "trabajo productivo", por oposición al "trabajo improductivo" constituido por las conveniences and ammenities, es decir, el consumo.

Una vez constatada la existencia de los consumos intermedios podemos analizar el detalle abriendo la caja etiquetada "producción" como hacemos en la siguiente figura:
Fig. 6: industrias básicas y no básicas

Este nuevo esquema hace aparecer el producto bruto, del que una parte es el producto neto, que a su vez constituye el disponible social para las actividades de consumo e inversión.
A su vez, esto refuerza el carácter dinámico del esquema, puesto que los caminos de realimentación de los flujos económicos, que antes vimos con la inversión, ahora se refuerzan con la aparición de los consumos intermedios.
La denominación de industrias "básicas" y "no-básicas" corresponde al sistema Sraffiano de Producción de mercancías por medio de mercancías, que puede aplicarse aquí.

Pido disculpas por el fin un tanto abrupto de esta serie de posts, pero como dije antes esto servirá para depurarla y mostrarla mejorada en un futuro próximo (esperemos).

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