sábado, 30 de junio de 2012

breve estudio sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las personas

He seguido esta mañana una interesante tertulia en la radio (radio nacional de españa, no es un día cualquiera) acerca de la riqueza y la pobreza.
Es un poco desesperante escuchar en las tertulias a una serie de intervinientes que, cada uno con distintas perspectivas e incluso podría concederse que con distintas ideologías, van como pollos sin cabeza intentando hablar de economía sin tener una teoría del valor. Tratan de analizar el capitalismo sin tener ni puta idea de (ni el menor interés por) el socialismo científico. Por eso dan vueltas y vueltas alrededor de los asuntos sin encontrar el punto por donde hincarles el diente. Por supuesto, al final sale el asunto de "la clase media" (¿qué cojones será eso?).
Total, que cuando terminan la tertulia uno acaba igual de confundido que antes, pero con dolor de cabeza.

El caso es que Javier Sádaba, el filósofo, ha hecho una interesante (y útil) categorización de las fuentes de la riqueza de las personas. Según él, y estoy de acuerdo, los ricos pueden llegar a ser ricos por 4 razones (minuto 25 más-menos):
  1. herencia
  2. suerte
  3. mérito
  4. crimen


Él mismo dice que las dos primeras no tienen mucho recorrido: la primera simplemente sustituye a unos (vivos) por otros (muertos). La suerte, si pensamos en la lotería, es necesariamente excepcional y no explica nada globalmente. Si, en cambio, pensamos en la suerte que puede tener alguien que da un pelotazo bursátil o que es propietario de algo que se pone de moda (una imagen, una marca, una canción, un diseño industrial de moda o de lo que sea, un libro...), esto puede ser más "sostenible". De hecho lo vemos cada día.
No obstante, esta suerte, en el fondo, no será muy diferente de la cuarta razón, el "crimen". Ambos se parecen en que se basan en obtener riqueza de terceros, de la sociedad, sin entregar nada a cambio.
La diferencia estaría en la legitimidad de la "suerte" de la que el "crimen" carecería, pero como, por otra parte, se trataría de una legitimidad según parámetros jurídicos y nos movemos en una sociedad en la que los criminales son salvados continuamente (y en mayor medida cuanto más criminales son) por inacción de las instituciones, prescripciones, doctrinas botín u otras ad-hoc o, como último recurso, por indultos, resulta que ese es un criterio escurridizo. Bueno, en plata: es un criterio inexistente. De manera que podemos reducir el segundo y el cuarto motivo a uno solo: obtener riqueza de la sociedad sin haber entregado algo a cambio.
Por eso lo llamaré "succión".

Y queda el motivo tercero, el "mérito". En nuestro sistema económico todas las transacciones están mediadas por el dinero, porque es un sistema mercantil, de intercambio mercantil, de compra-venta. Por eso, cualquier enriquecimiento por "mérito" consiste, directa o indirectamente, en obtener dinero a cambio de algo que lo vale. Es decir, se entrega a la sociedad algo que "vale" lo mismo que se recibe.
Bien, pues el único que en nuestra sociedad hace eso es el trabajador, cuya fuente regular de ingresos es su trabajo. Habida cuenta que el trabajo humano es la única fuente del valor y considerando que el capitalista (productivo, financiero o rentista) recibe ingresos regularmente sin trabajar, su riqueza no puede calificarse como "mérito".
Y, como ya he explicado más arriba, me da igual si se quiere calificar a eso como una "suerte" o como un "crimen". Yo lo llamo "succión", pero da lo mismo. Y Marx, que se cabreaba enormemente con los análisis desde la óptica moral, estaría de acuerdo con ello, pero eso tampoco importa mucho.
Por cierto que esos ingresos regulares de los capitalistas (de cualquier tipo) son más elevados (mucho más!) que los de los meritorios ingresos de los trabajadores, pero esta no es la cuestión. O en realidad sí es la cuestión si estamos hablando de ricos, porque nadie se hace rico trabajando. De hecho, el "trabajo" de una estrella del fútbol o del pop, de un gran escritor o similar, no es lo que le hace rico. Es la venta usuraria de sus "derechos" monopólicos lo que hace que se forren para varias generaciones.

Al final, desde mi punto de vista, la lección importante es la siguiente: en nuestras deslumbrantes sociedades ser rico mola y ser pobre no, y vivimos deslumbrados por la posibilidad de llegar a ser ricos. En efecto, es una posibilidad que de iure tenemos todos. El caso es que, siendo necesario para hacerse rico succionar lo que aportan otros (los trabajadores), tú, ese o aquél podréis haceros ricos, incluso yo, pero es absolutamente imposible que todos dejemos de ser pobres.

Otra cosa (la última, lo prometo): en un momento dado (minuto 22) interviene uno de Cáritas (su Secretario General en España) que aclara que se financia en un 35% de fondos públicos y el resto por donaciones privadas. Ni un puto duro de la Santa Madre Iglesia. Y Sádaba le hace una pregunta fantástica (minuto 22): ¿porqué no se ocupa el Estado y tenéis que intervenir con la puta limosna? Por supuesto, el otro empieza a divagar y a soltar chorradas para concluir que pobres tiene que haber por cojones y que la caridad es obligatoria en cualquier sistema social. Al final, parece que por escasez de tiempo, Sádaba no le contesta.

4 comentarios:

  1. El reparto de la riqueza es un problema complicado pero por la misma razón que es más complicado desanudar un hilo fino con muchos nudos que mantenerlo desanudado.

    Está claro que los beneficios que reciben de la desigualdad del reparto “los ricos” (palabra que en el fondo no me gusta porque creo que desprestigia a las, pocas, bien es verdad, pero existentes, personas de bien que han trabajado duro para conseguir mucho dinero) son mucho más importantes para ellos que el bienestar social, y son lo suficiéntemente grandes como para dotarles de muchísimo más poder que quienes no los tienen por lo que es muy difñicil quitárselos. Hasta aquí todo claro y creo que lo sabemos todos.

    Ahora bien, me ha encantado eso de los pollos dando vueltas jejeje, y por eso intentaré ir al grano y no sólo repetir lo evidente: Creo que el reparto, no equitativo pero sí más justo se puede dar en un futuro no muy lejano, si esto se consiguiese, sumándole un poco de educación y concienciación, se podría ir aumentando el grado de justicia del reparto progresiva aunque lentamente.
    ¿Cómo hacerlo? El problema de la educación es grave, con educación se solucionaría, pero para dar esa educación habría que deseducar y reeducar a demasiada gente, no es práctico en la situación actual. Lo que sí se le puede hacer es “ver” a los ricos que pueden seguir haciéndose ricos invirtiendo de otra forma y que si el país va a pique, ellos también pueden acabar yendo a pique. De hecho enseñar esto debería hacerse no sólo con los ricos sino (y muy importantemente ¿?) con esa “clase media” que se cree que el reparto equitativo les perjudicaría. En mi blog he escrito una posible solución para este asunto, y me encantaría que me dieses tu opinión. O que la dé quien quiera, por supuesto :) Quiero crítica constructiva porque entiendo que tendrá sus fallos.

    Aquí lo dejo por si quieréis pasaros:
    http://manojitosdenervios-martuka.blogspot.com.es/

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    1. Hola Martuka
      Ayer mismo asistí a la presentación del blog del frente de formación del PCM (http://formacionpcm.com/), y luego estuvimos comentando que hace falta mucha formación pero que los textos de los clásicos no son el principio, sino el final.
      Tu comentario me viene de perlas, porque comentábamos que hoy, para "solucionar" algo (como a tí te gusta decir en tu blog) lo fundamental es la conciencia de clase, que los esclavos abramos los ojos, porque la explicación de todas las calamidades que nos pasan están, antes que nada, en que besamos la mano que nos estrangula.
      La "formación" consiste en explicar a (y debatir con) la gente:

      1. Por qué la mano que te da de comer, la que "crea puestos de trabajo", la que "crea riqueza", en realidad vive de tí, de tu trabajo; y vive de puta madre. DEBEMOS ENTENDER ESTO. ES IMPERIOSO, Y URGENTE, QUE LO ENTENDAMOS. Y no creerlo ni intuirlo, sino entenderlo en profundidad, entenderlo de verdad.

      2. Por qué nos tragamos todas las mentiras del tipo "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades", "los servicios públicos no son sostenibles", "tenemos que arrimar todos el hombro", "unidos podemos". Mientras no comprendamos que el capital es nuestro enemigo IRRECONCILIABLE no podremos ni siquiera intentar defendernos de él. Y si no entendemos el punto 1, estaremos presos de nuestra propia imaginación, que nos dice que esto es "odio de clase", "puta envidia" o mandangas semejantes.

      3. Por qué, siendo toda la riqueza fruto del trabajo, los trabajadores no tenemos que mostrar timidez alguna para expropiar de una vez a los expropiadores. En tu blog (me lo he leido; luego pasaré a comentar allí ;-) veo que te preocupa que te tachen de "expropiadora".
      A ellos no les preocupa lo más mínimo expropiarte por las buenas (vivir de tu trabajo) o por las malas (destrucción de TUS servicios públicos, vaciamiento de TUS derechos democráticos, rescates bancarios, negocios piramidales, quiebras fraudulentas, expolios, timos, estafas, ...)

      4. Por qué el keynesianismo es un cuento chino, que sustituye la fe en los mercados por la fe en el estado, pero comparte una misma fe en que en el capitalismo "no se está tan mal... después de todo"


      No se trata de repartir nada. Eso es lo que hacen los piratas con el botín. Yo (ni tu) he visto nunca "repartir" nada.
      No se trata de que si "ricos" (como será la cosa que muchos pensamos que esa palabra desprestigia) o que si pobres. Y desde luego no es un problema de educación.

      Es un problema de que exista el derecho a vivir de los demás.

      brazos

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  2. Efectivamente "... es absolutamente imposible que todos dejemos de ser pobres".

    Dejando aparte el asunto del origen de la riqueza (mérito, succión, herencia....), la cuestión es muy simple: rico y pobre son términos relativos, se definen por comparación con los otros.

    Rico es el que tiene más que los demás, más que la media (muy rico, el que tiene mucho más). Si todos fueramos ricos, todos seríamos iguales y nadie sería rico. Y a la inversa con la pobreza.

    Y no sólo es la definición, la riqueza también se materializa por comparación. El rico es rico en la medida en que puede comprar bienes y servicios que otros no pueden. El rico puede comprar un servicio doméstico que haga por él los trabajos que no le gustan, y que TAMPOCO le gustan a su criada, pero ésta última tiene que hacerlos precisamente porque NO es rica.

    El rico puede "trabajar" (por ejemplo, siendo alto directivo), pero su trabajo siempre se valora más que el de los pobres: su sueldo es diez, cien, mil veces mayor que el de sus servidores. Eso no quiere decir que sea más valioso, más dedicado, o más penoso. Simplemente está (mucho) más valorado, porque se lo valora él mismo.

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    1. muy cierto.
      Agradezco mucho tu comentario porque me avisa de un error (¿grave?) en el texto: no quería (no debía) hablar de la imposibilidad de que todos lleguemos a ser ricos, o dejemos de ser pobres. Eso, como bien se desprende de tu comentario, es un razonamiento tautológico porque son términos relativos.
      La idea relevante implica utilizar las categorías con verdadera capacidad explicativa de la realidad (económica) y no esos términos descriptivo-estadísticos de ricos y pobres que uso a lo largo del artículo.
      La idea es que no todos podemos llegar a ser capitalistas, no todos podemos dejar de ser trabajadores.
      Y no es una cuestión "relativa" de que para que haya explotadores tiene que haber explotados. Es una cuestión absoluta: si nadie trabaja la sociedad perece, por pura inanición, aunque antes ya quedaría arrasada en todas sus relaciones entre personas.
      En definitiva, los trabajadores no necesitamos a los capitalistas, pero los capitalistas necesitan que haya trabajadores. Por supuesto, nos necesitan para sobrevivir, pero esto es algo que nos ocurre también a los trabajadores: para que yo sobreviva necesito estar en sociedad con otros trabajadores. Pero más allá de esto, los capitalistas, aunque fueran capaces de vivir del aire, nos necesitarían también para ser capitalistas.

      gracias anónimo

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