viernes, 28 de diciembre de 2012

explotación y clase trabajadora

El concepto de explotación es muy importante. Es central, de hecho. 
Es la fuente de la (existente) lucha de clases haciéndola inevitable en el capitalismo, por cuanto el ingreso del capital, encarnado por la clase dominante, procede de la exacción de trabajo excedentario de los trabajadores, que constituyen la clase dominada, explotada. Por eso mismo no hay posibilidad de un “interés general”, de un “bien común”, que aúne intereses de capitalistas y trabajadores. Al menos no de modo sostenido en el tiempo. La clase trabajadora y la capitalista están condenadas a enfrentarse, y a ese enfrentamiento cotidiano, más o menos soterrado, más o menos evidente, se denomina lucha de clases.
Por eso mismo, también es la fuente de la (deseable) lucha del pueblo trabajador por emanciparse. Esta lucha, a diferencia de la otra que existe cada día seamos conscientes o no, exige en primer lugar conciencia de clase por parte de quien debe combatir: los trabajadores deben tener consciencia de que constituyen una clase social, de que sus intereses son comunes y de que estos son diametralmente opuestos a los intereses del capital y solo cabe alguna esperanza de defenderlos actuando unidos.