He quedado petrificado al enterarme del fallecimiento del profesor Reinaldo Carcanholo el pasado 30 de mayo. Sólo 4 días antes le había remitido un correo para consultarle algunas sutilezas del concepto de capital ficticio y sus efectos sobre la economía capitalista. Nunca sabré su opinión, y su opinión siempre era valiosa porque se trataba de un marxista riguroso y de un revolucionario que sabía transmitir las herramientas que Karl Marx diseñó para que pudieramos analizar críticamente la realidad y, así, comprenderla y mejorarla.
Como botón de muestra, esta sencilla y fabulosa exposición del nucleo de todo el sistema marxista de pensamiento: el fetichismo, o cómo la obra humana se coloca por encima de lo humano, sometiendolo a su dominio. escuela de cuadros 5: el fetichismo de la mercancía
Pero ¿puede una cosa (o media docena) alzarse, animada, y dominar a nadie? ¿o es que sólo lo parece? Este es el meollo.
Hasta siempre profesor, y muchas gracias por todo
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